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lunes, 1 de febrero de 2010

Lenguaje Verbal, Paraverbal y No Verbal





Lenguaje No Verbal

La comunicación verbal puede realizarse de dos formas: oral: a través de signos orales y palabras habladas o escrita: por medio de la representación gráfica de signos.

Hay múltiples formas de comunicación oral. Los gritos, silbidos, llantos y risas pueden expresar diferentes situaciones anímicas y son una de las formas más primarias de la comunicación. La forma más evolucionada de comunicación oral es el lenguaje articulado, los sonidos estructurados que dan lugar a las sílabas, palabras y oraciones con las que nos comunicamos con los demás.

Las formas de comunicación escrita también son muy variadas y numerosas (ideogramas, jeroglíficos, alfabetos, siglas, graffiti, logotipos...). Desde la escritura primitiva ideográfica y jeroglífica, tan difíciles de entender por nosotros; hasta la fonética silábica y alfabética, más conocida, hay una evolución importante. Para interpretar correctamente los mensajes escritos es necesario conocer el código, que ha de ser común al emisor y al receptor del mensaje.
En nuestro tiempo cada vez tienen más importancia los sistemas de comunicación no verbal. La comunicación no verbal se realiza a través de multitud de signos de gran variedad: Imágenes sensoriales (visuales, auditivas, olfativas...), sonidos, gestos, movimientos corporales, etc.


Lenguaje Paraverbal

Para todos es claro que en la comunicación juega un papel decisivo la entonación o matices de voz que acompañan a las palabras, tanto que muchas veces el modo en que algo se dice es lo que se dice. Es decir algunas señales vocales comunican diversos mensajes. Por ello es fundamental que los hablantes tengan la habilidad de interpretar y producir estas señales con el fin de tener una comunicación más efectiva.

El paralenguaje, como también se le llama a los matices vocales, hace referencia a la manera en que se dice una cosa imprimiendo variaciones en el uso de la voz; por ejemplo, un cambio en la altura tonal hacia el agudo al final de la frase, corresponde a la entonación de una pregunta, de la misma manera que un descenso tonal implica la conclusión del mensaje. También podemos variar nuestra voz con la intención de transmitir mensajes diferentes aunque las palabras sean las mismas.

Reflexionemos sobre el distinto efecto que causaría en un interlocutor la siguiente frase según el énfasis puesto en una u otra palabra:
ºYO quiero pan.
ºYo QUIERO pan.
ºYo quiero PAN.

Señales vocales y la entonación

Las señales vocales ejercen una gran influencia sobre la percepción del oyente; permiten al emisor expresar un mensaje más vivo, más subjetivo según la situación comunicativa. Permiten al receptor captar algo más de lo que se expresa con palabras, e incluso descifrar más claramente el contenido emocional del mensaje.
La entonación que utiliza una persona permite identificar a expertos en el tema, el sexo, la raza, la tipología corporal y edad aproximada de una persona con un alto grado de fiabilidad. También es posible identificar el grado de instrucción, la zona de origen, e incluso la comunidad social en la que ha nacido y se ha criado una persona (Knapp, 1982).

Algunas veces modulamos conscientemente la voz, de manera que el énfasis utilizado contradice el mensaje verbal. En algunas ocasiones esta acción puede percibirse como sarcasmo. Por ejemplo, podemos pronunciar la frase “ Tú eres muy inteligente”, queriendo decir que la actuación o idea de la persona no ha sido muy brillante. De hecho, estas variaciones sarcásticas producen frecuentes problemas en la comunicación, así se realicen dentro de un contexto de humor.

Lenguaje Verbal

Primero que todo para poder entender lo que es la palabra verbal tenemos que conocer su significado el cual, se identifica por ser un lenguaje que se hace o estipula solo de palabra, y no por escrito.
En la comunicación verbal, aunque es importante lo que se dice, también es muy importante como se dice. Tener en cuenta que a la hora de hablar es tan importante lo que se dice y como se dice. Y aún es más importante cuando no está delante nuestro interlocutor (como es el caso del teléfono).

A pesar de los grandes avances de la tecnología la palabra sigue siendo uno de los medios de comunicación más eficaces que existen. Quien sabe hablar bien, con corrección y perfección demuestra su buena educación personal. Contar en una reunión con un buen conversador es un lujo tanto para el anfitrión como para los invitados. La conversación es un arte. Y como tal hay se saberlo apreciar y, si se puede, potenciar.


Tal y como decíamos anteriormente hay que cuidar la vocalización, entonación y timbre siempre, pero mucho más cuando no tenemos delante a la persona /s pues estamos perdiendo algo tan fundamental como la comunicación no verbal, los gestos. Diferenciaremos de forma clara los dos tipos de comunicación hablada: cuando hay alguien delante (reuniones, conferencias, etc.) y cuando no lo hay (teléfono, intervenciones en radio, etc.)

Las conversaciones no presénciales, muy de actualidad desde la aparición del teléfono, y de nuevo puestas en auge con la aparición de Internet, han hecho que se creen nuevos lenguajes, o formas de expresarse y que cuenten incluso con sus propias expresiones. Las palabras, en este tipo de conversaciones, cobran una gran importancia por dos razones fundamentales: no vemos a nuestro interlocutor, y en muchos casos, son de países distintos, por los que las palabras y ciertas expresiones, pueden tener significados distintos.



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