Buscar este blog

sábado, 20 de febrero de 2010

Hablar en público. Pautas y consejos.


No todos somos grandes oradores, pero si que podemos ser unos oradores amenos y eficaces.

Si en algo coincidimos todos es del miedo que sentimos la mayoría a dirigirnos al público. Todos los estudiosos apuntan en el mismo sentido: tenemos miedo al ridículo. La mejor forma de superarlo es la práctica, y pensar que nos estamos dirigiendo a un grupo de amigos. No todos somos grandes oradores, pero si que podemos ser unos oradores amenos y eficaces, si hacemos llegar nuestro mensaje de forma cordial, clara y efectiva.

Para lograr nuestro objetivo, podemos dar algunas pautas básicas a tener en cuenta:

1. Debemos saber cuando empezar y cuando terminar, e incluso improvisar. Si vemos que el público esta muy aburrido, podemos tratar de acortar el discurso.

2. Qué es lo que queremos decir y transmitir. Hay tener claro el objetivo del discurso y sus puntos fundamentales, para hacer llegar el mensaje correctamente.

3. Cómo hacerlo llegar. Debemos "interpretar" el papel de forma convincente para que el público reciba y crea el mensaje. Hay que saber captar su atención y mantenerla.

Una forma de perfeccionar nuestro discurso o intervención pública, es practicar. Delante del espejo, grabándolo en una cinta y escuchándolo, con amigos que pueden hacer de críticos, etc. Pero no ha de olvidarse del mayor protagonista: la voz. Hay que cuidar la entonación (module y dirija bien su voz), el tono (claro y relajado), el volumen (ni bajo, que no se oiga nada, ni gritando, atemorizando al público), el ritmo (no hable muy pausado, ni rápido como con ganas de terminar lo antes posible) y vocalización (pronuncie correctamente, se le entenderá mejor). Evite pausas, tartamudeos, repeticiones, vacilaciones y alargamiento de palabras (tipo eeeehhhh, queeee, buenoooo, esteeee, etc).

También debemos tener en cuenta algunas reglas para moverse al hablar en público: Los gestos tienen que ser apropiados en todo momento; controle los movimientos y tics involuntarios; no permanezca aferrado a un sillón como si éste fuera un salvavidas; no ejerza el papel de padre condescendiente que explica a niños inexpertos; mientras se mueva entre el público también puede formular preguntas que no resulten demasiado directas.

Con respecto a como debemos vestirnos, no existe ropa de director, la ropa no transforma a un director inexperto , insípido y aburrido en un orador brillante, además las reglas a seguir en cuanto a vestuario dependerá del lugar, contexto y público, por lo que la manera de vestir deberá adaptarse según estas particulaciones.

Por último, no debemos olvidar el uso de la mirada, conviene acostumbrarse a mirar a los participantes a los ojos, se debe fijar la mirada en los participantes durante unos segundos. Debemos mirar alrededor y dirigir la mirada hacia los llamados "huérfanos" y este atento y no mire de forma negativa o con mirada indiferente.

Publicado por: Alejandra Albornoz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario